La boda de Alba: la elección del vestido de novia

Buenos días!!
Nuevo capítulo de la boda de Alba, espero que os guste! Podéis ver el capítulo 1 aquí  y capítulo 2 aquí.

Cuando a una chica le piden matrimonio, creo,  que inevitablemente, se imagina de blanco, con el vestido que lleva soñando desde pequeña.
 

A mí, no me pasó eso, justamente lo contrario, porque no me gusta prácticamente ningún vestido de novia, y me daba miedo que ninguno me quedara bien.

Empecé a ver mil y un blogs, hasta que encontré dos vestidos que me chiflaban, y que quería combinar entre sí. Así que me puse a mirar en Telva novias los diseñadores que había en Madrid, para ir a verles y contarles mi idea. Pero una amiga me dijo, primero tienes que ir a probarte sí o sí, que lo mismo esa idea que tú quieres no te sienta bien, y es un día demasiado importante.

Así que eso hice, pedí cita en la primera tienda, y allí fuimos, mi madre, mi amiga Sara y yo, pensando que nos iban a ofrecer una copa de champagne y nos iban a atender como en las pelis americanas, pero NO!!!!!

Después de más de 45 minutos esperando, sentadas en una silla viendo el catálogo, me preguntaron qué modelos me quería probar, y de los 5 que dije, solamente tenían uno en tienda, así que nos pasaron al probador y cuando me pusieron el vestido, la cara de mi madre y mi amiga fue un poema, “no te favorece nada” me dijo mi madre. Pareces 10 años más mayor!!!

Jooo toda mi idea se había ido al traste, y me empezaron a traer vestidos, que en la vida me imaginaba con ellos, tipo princesa, y esos sí que les gustaban!!! Pero, justo es lo que siempre había dicho que no me pondría. Y, ¿qué hago ahora?

 

 Vuelta a casa y un agobio mortal, porque me negaba a llevar uno de esos vestidos abultados que nunca me han gustado. Charlas infinitas con mi madre, para ver que hacíamos y me dijo, venga, vamos a otra tienda, a ver si te pruebas otro del estilo que de los que gustan, y te queda un poco mejor.
Esta segunda vez, fui con mi padre, mi madre y mi hermano de 6 años, que solo se dedicaba a buscar alfileres por el suelo, se pegó un trastazo monumental, y me decía que parara de probarme vestidos, que daba igual uno que otro, que eran todos blancos! Jajajaja, un show!
Les expliqué la idea, y me probaron dos vestidos, y uno de ellos les gustó tanto a mis padres, y a la gente que estaba allí, que por primera vez, me sentí guapa con un vestido de novia. Era una señal.
Después de muchas noches pensando en el vestido, y de miles de fotos por whats app a mis amigas, decidí que ni me lo iba a hacer, ni iba a seguir mirando, ya tenía mi vestido!!!!!
Queréis una pista?¿?¿?? Es muy parecido a uno de estos 5! Se admiten apuestas!


Continuará…
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